MAC/20: Minas y Comunidades

Obteniendo Ganancias De Las Pérdidas

Published by MAC on 2007-02-24
Source: Colombia Solidarity Campaign

Obteniendo ganancias de las pérdidas

Domingo 18 de febrero de 2007

Verdades en casa: la lucha de El Cerrejón llega a Inglaterra. Visitan el país representantes de comunidades colombianas desplazadas por minas de carbón en manos inglesas.

Por Richard Solly, Campaña de Solidaridad por Colombia, Londres, Inglaterra

José Julio Perez, presidente de la Junta Social Pro-reubicación de Tabaco, y Armando Perez, representante legal de la comunidad, estuvieron en Inglaterra del 26 de enero al 6 de febrero del presente año invitados por la Campaña de Solidaridad con Colombia. Ellos habían pasado ya 10 días en Suiza invitados por el grupo de Trabajo Suizo-Colombiano ASK (Arbeitsgruppe Schweiz-Kolumbien).

Durante parte de su visita a Inglaterra, se unió a ellos Alirio Uribe, presidente del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo (CAJAR), con sede en Bogotá, quien colabora con sus demandas de justicia.

La comitiva vino buscando apoyo práctivo y político para las comunidades desplazadas, o a ser desplazadas, por la mina El Cerrejón, en el departamento La Guajira, al norte de Colombia, propiedad de tres empresas multinacionales mineras con sede en Londres.

Hubo reuniones con miembros de la colectividad colombiana y el comité de la Campaña de Solidaridad por Colombia, el ministerio de Asuntos Exteriores (Foreign and Commonwealth Office), Amnistía Internacional, Transparencia Internacional, la organización sindical Justicia por Colombia y varias organizaciones integradas por abogados. Los visitantes se entrevistaron también con el parlamentario del Partido Laborista Jeremy Corbyn, del Partido Verde Lord Beaumont y del partido Liberal Democrático Lord Avebury, obteniendo compromisos para enviar cartas al gobierno británico, las compañías involucradas, e introducir la cuestión en el seno del Parlamento. Como resultado de reuniones con los integrantes del equipo del grupo de diputados verdes del Parlamento Europeo, Jean Lambert y Caroline Lucas, habrá también una serie de intervenciones en intituciones de la Unión Europea.

Un encuentro público, co-auspiciado por las agencias de desarrollo integrantes del Grupo ABColombia, se realizó en el auditorio de las oficinas londinenses de Amnistía Internacional.

Hubo otras reuniones públicas en Bristol, Canterbury, Hull y Oxford. La Campaña de Solidaridad por Colombia de Bristol se comprometió a continuar con su apoyo a las comunidades y fortaleció sus vínculos con activistas locales dedicados a la cuestión del cambio climático. Canterbury y Hull fueron nuevas plazas para Solidaridad por Colombia y las reuniones fueron organizadas con ayuda del Movimiento por el Desarrollo Mundial, el Partido Verde y grupos de paz. Solidaridad por Colombia de Oxford organizó una reunión en el Ruskin College, con la ayuda del Consejo de Sindicatos de Oxford y otros grupos. El auditorio se llenó de estudiantes, sindicatos y activistas.

Durante el día final de su visita, Jose Julio y Armando se entrevistaron con Marc Gonsalves y Claire Divver, de Xstrata, una de las tres compañías que cotizan en la Bolsa de Valores de Londres propietarias de El Cerrejón. La reunión fue tan cordial como franca y dio a los visitantes un poco de esperanza en que habrá un cambio positivo de enfoque por parte de Carbones del Cerrejón, la subsidiaria que opera la mina. Pero incluso Marc Gonsalves mismo dijo que no esperaba confianza en sus palabras, hasta que estas no se pongan en práctica. Las comunidades y quienes las apoyan tendrán que esperar para ver.

Mientras estas reuniones se realizaban en Inglaterra, el sindicato de trabajadores de la mina El Cerrejón, Sintracarbon, llegó a un acuerdo con la compañía. Al final, no fue posible forzar a la empresa a incluir demandas de las comunidades afectadas en el acuerdo. Pero el esfuerzo de hacerlo, por parte del sindicato, no tiene precedentes y no hay dudas de que seguirá apoyando a las comunidades es sus luchas.

Los visitantes recalcaron la importancia de hacer campaña por el pleno cumplimiento de un fallo de la Corte Suprema de Colombia, del año 2002, que ordenó la reconstrucción de la destruida villa de Tabaco. También buscan acompañamiento físico como un modo de garantizar su seguridad; solidaridad política para fortalecer la organización de las comunidades frente al enorme poder de las empresas; ayuda con financiamiento para equipar una oficina comunitaria, mitigar el hambre en los niños y si fuera necesario comprar tierras; asistencia médica ya que gran parte de la población está enferma por las consecuencias de la mina; asistencia académica para investigación y para que puedan probarse los impactos sociales, a la salud y ambientales de la mina; apoyo de organizaciones sindicales inglesas para el trabajo solidario de Sintracarbon en las comunidades; y ayuda práctica y solidaridad profesional para Armando Perez en su lucha contra la persecución judicial lanzada contra él a partir de su defensa de los pobladores de Tabaco.

Antecedentes. Minería de carbón y desalojos forzados en Colombia: la conexión británica

La enorme mina de carbón a cielo abierto en la provincia de La Guajira, en el norte de Colombia, comenzó a operar a fines de los años 70. La propiedad de la mina estaba repartida en parte iguales entre el gobierno colombiano y la compañía Intercor, una subsidiaria de la multinacional estadounidense Exxon. Intercor operaba la mina. Ha sido señalado que el asegurarse una provisión barata de carbón colombiano permitió al gobierno de Thatcher la destrucción de la industria carbonera británica. Las vías de tren que transporta el carbón de la mina al puerto de Bolivar fueron provistas por la British Steel.

A comienzos de 2001, la mitad de El Cerrejón perteneciente al gobierno fue comprada por un consorcio de 3 empresas: Anglo American (británica), BHPBilliton (Australiana, pero listada en el Mercado de Valores de Londres y con oficinas en esa ciudad) y Glencore (una compañía privada Suiza). En agosto de 2001 casi la totalidad de la villa de Tabaco fue demolida sin previo aviso y sus habitantes desalojados, con apoyo de personal de seguridad armado, para dar lugar a una expansión en las operaciones de la mina. El resto de la villa fue demolido en enero de 2002. En febrero de ese mismo año, el consorcio de empresas compró Intercor y tomó control de la explotación mediante una compañía llamada Carbones del Cerrejon o Cerrejon Coal Company, en la que cada una de las multinacionales tiene un tercio del total. Es como si Tabaco hubiera sido destruida para hacer más fácil la vida al consorcio internacional cuando éste se hizo cargo.

En mayo de 2002, la Corte Suprema de Justicia de Colombia ordenó a las autoridades locales (la municipalidad de Hatonuevo) la inmediata construcción de un asentamiento viable para la comunidad desplazada, en un lugar que cuente con la aceptación de los pobladores de Tabaco. Al día de hoy, esto todavía no se ha hecho. El alcalde de Hatonuevo asegura que para el municipio es imposible cumplir con la orden judicial, por falta de fondos. El sostiene, de manera inflexible, que es la compañía minera quien debería financiar la reconstrucción. El Procurador Nacional insiste en que la municipalidad de cumplimiento a la orden judicial, pero en los hechos no la obliga a cumplirla. Mientras tanto, la comunidad ha encontrado una locación favorable para la reconstrucción en La Cruz, una finca rural de 450 hectáreas cuyo propietario estaría muy feliz en vender, pero la comunidad no está en condiciones económicas de comprar.

Las multinacionales están impacientes por dejar atrás el problema de Tabaco, ya que daña su imagen pública frente al mundo. Tanto Anglo American como BHPBilliton han declarado repetidas veces que no fueron responsables por las demoliciones de 2001, a pesar de que su consorcio era propietario del 50 por ciento de la mina en aquel momento. Carbones del Cerrejón ha aumentado su oferta de compensación económica e individual para los miembros de la comunidad que todavía esperan por un acuerdo de relocalización pleno, pero la oferta no es adecuada compensación para ellos: su modo de vida ha sido destruido y la vida de la comunidad interrupida. La compañía también ha invertido en algunos proyectos económicos de pequeña escala en la zona.

Carbones del Cerrejón ha insistido en que el 95 por ciento de los miembros originales de la comunidad de Tabaco optaron por compensaciones económicas individuales, en lugar de una relocalización total de la comunidad. Pero no ha reconocido, evidentemente, la intensa presión ejercida contra los comuneros, que incluyó a representantes de la empresa diciéndoles que era mejor un arreglo rápido a la posibilidad de quedarse sin nada, y esto en un momento en que muchos de ellos encontraban imposible contar con un medio de vida dada la enorme porción de tierra cultivable que había sido fagocitada por la mina.

Tabaco no es la única comunidad que ha sido desplazada por la fuerza para hacer lugar a la explotación minera: varias poblaciones afrocolombianas cercanas a la mina han sido desplazadas sin compensación alguna cuando se comenzó la extracción de carbón; lo mismo ocurrió con los Wayuu en la zona de Puerto Bolivar, en la costa peninsular de Guajira, desde donde el mineral se exporta. Y más comunidades enfrentan la posibilidad de ser desplazadas como consecuencia de la incesante expansión de la actividad minera.

Pobladores nos dicen que los propietarios son abordados uno por uno, presionados para vender sus viviendas por sumas inadecuadas, se les dice que deben llegar a un acuerdo en forma individual o "no obtendrán nada", y son intimidados si optan por esperar los resultados de negociaciones colectivas. Nos dicen que comunidades con orgullo de sí mismas, que viven de un modo agrícola e independiente, están siendo empobrecidas y quebradas por un modelo económico impuesto desde arriba que representa "el progreso". Muchos ven los proyectos económicos que son apoyados por la empresa como ejemplos de caridad ofrecida en lugar de justicia. A pesar de los impuestos y regalías que paga la empresa, La Guajira sufre de niveles altísimos de desempleo y desnutrición, e incluso no hay un suministro público y seguro de agua.

El sindicato que representa a los trabajadores de la mina, Sintracarbon, incluyó las demandas de las comunidades en sus recientes negociaciones con la empresa, que concluyeron a finales de enero pasado. El sindicato no logró persuadir a la empresa para que acepte esas demandas, pero ese apoyo sindical sin precedentes fue muy bien recibido por las comunidades. El sindicato y las comunidades seguirán insistiendo en una negociación colectiva que lleve a una relocalización y compensación en niveles realistas, de manera que las personas puedan continuar con su modo de vida rural en otra tierra.

En marzo de 2006, Glencore vendió su parte de la mina a otra compañía suiza, Xstrata. Esta empresa está listada en el Mercado de Valores de Londres y tiene oficinas en esa ciudad. De manera que ahora, todas las empresas involucradas tienen una base en Londres. Muchos fondos de pensión invierten en estas empresas. Muchos trabajadores [ingleses] BRITANICOS, sin saberlo, se están beneficiando de la destrucción de comunidades rurales en La Guajira por tres de las compañías mineras multinaciones más ricas.

¿Cómo ayudar?

Exigiendo a la secretaria de Asuntos Exteriores del Reino Unido, Margaret Beckett, el secretario de estado para el Comercio y la Industria, Alastair Darling, y la secretaria de estado para el Desarrollo Internacional, Hilary Benn, para que insistan en que las compaías con sede en Inglaterra propietarias de El Cerrejon (Anglo American, BHPBilliton y Xstrata), acepten las siguientes demandas de comunidades que han sido, o serán, desplazadas por la minería:

Negociación colectiva entre representantes de las comunidades de Tabaco, Roche, Chancleta, Patilla, Tamaquitos, Los Remedios y Provincial, y la empresa Carbones del Cerrejón, en presencia de Sintracarbon y observadores internacionales, para la relocalización y compensación económica adecuada de todos los pobladores desplazados.

Puedes escribir a esos ministerios a House of Commons, London SW1A 0AA, England.

También puedes escribir directamente a las compañías con sede en Inglaterra, con la misma exigencia:

Sir Mark Moody Stuart, Presidente, Anglo American plc,
20 Carlton House Terrace, London SW1Y 5AN.

Don Argus, Presidente, BHPBilliton plc,
Neathouse Place, London SW1V 1BH.

Willy Strothotte, Presidente, Xstrata plc,
4th Floor, Panton House, 25 Haymarket, London SW1Y 4EN.

Enviar una copia de las respuestas obtenidas a:
Mining Campaign, Colombia Solidarity Campaign,
PO Box 8446, London N17 6NZ
www.colombiasolidarity.org.uk

Para más información, puedes escribir a la Campaña de Solidaridad por Colombia: info@colombiasolidarity.org.uk, o consultar otros artículos en el sitio web de la Red Minería y Comunidades - www.minesandcommunities.org

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