MAC: Mines and Communities

Paro convulsiona a La Oroya, Perú

Published by MAC on 2010-06-20
Source: La República, Prensa Latina, El Comercio

En una interminable y compleja batalla entre trabajadores, comunidades, gobierno y empresa, por el futuro de una de las fundiciones más contaminantes del mundo, parece más lejos de una resolución que el año pasado. Ver: http://www.minesandcommunities.org/article.php?a=9996

El gobierno se anticipa ahora a un cierre defintivo mientras ofrece la posibilidad de un sustento alternativo a sus trabajadores. Sin embargo, el sindicato parece lejos de recibir eso.

Una iniciativa en Perú ha anzado una encuesta para conocer la opinión pública sobre la situación en La Oroya, y se invita a los lectores a participar (en el final de esta mismapágina).

 

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Paro convulsiona a La Oroya

Magda Quispe

http://www.larepublica.pe

15 de junio, 2010

Ayer empezó protesta indefinida. carretera central se mantiene bloqueada. Trabajadores de Doe Run y pobladores realizan marchas exigiendo reinicio de operaciones de la empresa. Hay cientos de pasajeros afectados.

Con enormes piedras y quema de llantas en varios puntos de la Carretera Central en La Oroya, desde las cero horas de ayer, se inició la huelga indefinida de los trabajadores de Doe Run Perú (DRP) junto con el paro regional de la población con la finalidad de que la metalúrgica reinicie de una vez por todas sus operaciones.

La medida de paralización ya se conocía hace varias semanas. Por ello, desde horas de la tarde del domingo pasado más de 2 mil efectivos policiales de las regiones de Lima, Ayacucho, Huánuco, Huancavelica, Pasco y el Ejército del Perú se desplazaron hacia la ciudad de La Oroya para salvaguardar el orden.

Carretera sigue tomada

Sin embargo poco pudieron hacer ante unos 3,500 trabajadores de DRP y 20 mil pobladores de La Oroya, en su gran mayoría mujeres, que distribuidos en diversos puntos de la ciudad como San Miguel, ubicado a 14 kilómetros de La Oroya, y Marcavalle, a 17 kilómetros, empezaron a bloquear la Carretera Central. Hasta el cierre de la edición el tránsito se mantiene interrumpido.

Pasajeros afectados

Por otro lado, según versiones de los pasajeros de un bus proveniente de Pucallpa, a las 3 de la madrugada fueron agredidos por manifestantes que les tiraron piedras y rompieron los vidrios causándole un golpe en el rostro a una pasajera.

Y a esa misma hora en Marcavalle se producía un enfrentamiento también con bombas lacrimógenas y botellas de vidrio entre los policías y la población.

Ya en horas de la mañana, mientras la población se aglutinaba en diversas marchas, el panorama que se vivió en La Oroya fue totalmente desolador:  no existe ningún comercio que abra sus puertas y si lo hacen es con temor a que los agredan.

Pero la otra cara de la moneda se vio en las afueras de la minera DRP, la cual está muy bien resguardada por militares y dos tanques, además de varias unidades rompemanifestaciones.

¿Medida es contra Doe Run?

Por su parte el secretario general del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de Doe Run Perú, Roiberto Guzmán, recalcó que la medida de huelga indefinida es contra la metalúrgica ya que el gobierno ya ha hecho todos sus esfuerzos para ayudar a la empresa.

“Puede haber piedras en la carretera –yo no las he visto–, pero esta protesta es para que de una vez el gobierno le ponga mano dura a la empresa para que se defina de una vez si se reinician o no las operaciones. Lo único que queremos nosotros es trabajar”, afirmó.

Claves

Desvío. La polícia está desviando los vehículos por tres rutas alternas: la que sale de Huaura, Sayán y Ambo, la de la vía Canta y la vía Cañete.

Chantaje. El vicepresidente corporativo de Asuntos Ambientales de Doe Run, José Mogrovejo, descartó ser los organizadores del paro. Refirió que la fecha tentativa de reinicio de operaciones sería el 15 de julio, siempre y cuando el gobierno acepte los nuevos pedidos.



Tres heridos y militarización en huelga en Perú

Prensa Latina

15 de junio, 2010

Una huelga general en la localidad minera peruana de La Oroya, ocupada por la policía y el ejército, entró en su segundo día tras una intensa jornada de protestas y bloqueos de carreteras, con tres heridos.

El paro es total, informaron telefónicamente autoridades municipales y radioemisoras de La Oroya (a 185 kilómetros al este de aquí), según las cuales la presencia de al menos dos mil policías y fuerzas militares con carros blindados no pudo impedir la protesta.

Los informantes dijeron que los uniformados mantienen cercada la zona de viviendas de los más de tres mil trabajadores de la planta metalúrgica operada por la transnacional norteamericana Doe Run.

Las tropas impiden que los trabajadores salgan a manifestar, pese a lo cual varios grupos cerraron varios puntos de la Carretera Central, por la que llegan alimentos a Lima.

En uno de esos bloqueos, en la localidad de Curipata, a 14 kilómetros de La Oroya, la policía dispersó a los bloqueadores y resultaron heridos por impactos de granadas de gas lacrimógeno Miguel Alcántara, Víctor Carhuancho y Victor Rosales.

La huelga exige el reinicio de las actividades de la planta, cerrada por Doe Run desde hace aproximadamente un año y la preservación de la fuente de trabajo, pero el gobierno sostiene que la protesta hace el juego a presiones de la transnacional.

Tanto el sindicato de trabajadores como la empresa negaron esa versión, mientras el presidente Alan García afirmó que el gobierno mantiene inflexible el plazo para la reanudación de operaciones, que vencerá el 24 de julio. El mandatario dijo que, en caso de incumplimiento, la planta será cerrada y que Doe Run ha recibido privilegios excesivos y la acusó de usar a los trabajadores, mientras el primer ministro, Javier Velásquez, sostuvo que "cuatro o cinco dirigentes" se prestan al juego empresarial.

Acusó a la empresa de pretender chantajear al gobierno para seguir incumpliendo sus compromisos, tras recibir ventajosas concesiones, como la ampliación en un año del plazo para ceñirse a las normas ambientales.

La Confederación General de Trabajadores (CGTP) y el secretario general del Sindicato de Trabajadores Metalúrgicos de Doe Run, Roberto Guzmán, rechazaron que haya una colusión entre los obreros y la transnacional.

El secretario general de la CGTP, Mario Huamán, dijo que hace mucho tiempo que el gobierno debió obligar a la empresa a que pague una cuantiosa deuda tributaria que se niega a honrar y a que invierta en tecnología para reducir la grave contaminación causada por la planta. Guzmán dijo que los huelguistas sólo defienden sus fuentes de trabajo y rechazó la oferta presidencial de reubicar al personal de la refinería de La Oroya en empresas mineras o en programas de empleo de emergencia, si la planta es cerrada.



Editorial: La laberíntica política empresarial de Doe Run


http://elcomercio.pe

15 de junio, 2010

Lo que está sucediendo en La Oroya es inconcebible. El Gobierno Peruano tiene que dejar de lado las contemplaciones y poner freno a los abusos de una empresa que desconoce las condiciones beneficiosas que le han permitido seguir operando hasta ahora en el país, y que no se cansa de subestimar a las autoridades sectoriales, a los pobladores de la capital metalúrgica donde funciona la refinería e, incluso, la capacidad pensante de los peruanos.

De cara a la opinión pública, Doe Run debe releer de manera crítica y consciente los múltiples avisos que ha publicado en los medios de prensa y que ponen en evidencia las excusas que permanentemente, y de acuerdo con la coyuntura, ha esgrimido para eludir sus compromisos contractuales.

Ahora, por ejemplo, llama la atención que a escasas semanas de la fecha señalada por la Ley 29410 para que reanude sus operaciones, anuncié por periódico que “hay avances importantes en cuanto a la elaboración de los contratos de garantías para la culminación del último proyecto PAMA, pero subsisten algunas inconsistencias que deben ser superadas en base al diálogo con los representantes del Ministerio de Energía y Minas”.

Es más, también da a conocer que “respecto a las gestiones referentes a la viabilidad comercial y financiera del negocio, aún no se han resuelto los temas sobre remediación de suelos (contrato de transferencia de acciones del año 1997 y PAMA 4) aplicación de estándares ambientales, contingencias tributarias y multas impuestas por Osinergmin, las cuales están pendientes de solución para garantizar la sostenibilidad de nuestras operaciones. Estos temas requieren una solución simultánea que permita la reanudación de nuestras operaciones dentro del plazo que otorga la Ley 29410”.

¿No se supone que todos estos asuntos se tenían que haber discutido y resuelto antes, para que la empresa, como reafirmó en mayo último, cumpla con su objetivo de “reiniciar sus operaciones en La Oroya antes del 27 de julio del 2010, cumplir los plazos establecidos en la Ley 29410 y establecer un compromiso de largo de plazo por el desarrollo del país” (Comunicado del 25/5/10)?

Ante estas incoherencias, tenemos derecho a dudar cuando Doe Run no solo pide nuevas reglas de juego medioambientales y tributarias —desde todo punto de vista inadmisibles—, sino cuando asegura que según su política empresarial “no avala medidas de fuerza”, como las que están protagonizando ahora los trabajadores de la refinería, en solidaridad con ella.

Esto no puede continuar. En concordancia con lo que establece la ley, debe convocarse a la junta de acreedores de la empresa para el cumplimiento de las obligaciones pendientes. Como se ha informado, Doe Run adeuda al Tribunal Fiscal, a la Sunat y a otros proveedores.

En segundo lugar, si esta junta no es viable, correspondería al Estado buscar otros mecanismos de solución, acorde a su papel supletorio dentro de una economía social de mercado.

Finalmente, si estas posibilidades tampoco prosperan, la refinería tendría que ser cerrada, como ha señalado el presidente García, pero para proceder a una nueva concesión o privatización que permita que otra empresa se haga cargo de La Oroya.

Debe quedar en claro que la participación del Estado se justifica en tanto estamos ante recursos públicos cuya administración, hasta el momento, ha sido cuestionable, porque pone en riesgo la seguridad de la población y el medio ambiente; además de atentar contra normas contractuales puntuales.

Los costos sociales son múltiples. En principio, según se ha informado, un 30% de los trabajadores cuenta con otro ingreso laboral, un 40% está en edad de jubilarse y 30% tendría que ser reubicado. Sin embargo, de lo que se trata es de garantizar el bienestar de esos peruanos que hoy, lamentablemente, apoyan a la fundición porque carecen de otras oportunidades.



Encuesta sobre La Oroya


La Oroya es una de las ciudades más contaminadas del mundo (ranking del Blacksmith Institute), en donde la salud de la población se encuentra gravemente afectada por la contaminación que produce el Complejo Metalúrgico operado por la empresa minera metalúrgica Doe Run Perú. Esta empresa pertenece al multimillonario norteamericano Ira Rennert. Hace 13 años la empresa se comprometió a realizar inversiones para modernizar el complejo metalúrgico y a disminuir significativamente la contaminación ambiental a través de un Programa de Adecuación y Manejo Ambiental (PAMA) que hasta la fecha no se ha terminado de ejecutar pese a que los plazos se vencieron y la empresa ha obtenido sucesivas ampliaciones.

En EEUU, la casa matriz de la Doe Run Perú ha invertido para mejorar las instalaciones de su fundición en la ciudad de Herculaneo, a fin de cumplir con las normas medioambientales que se exigen en ese país (www.doerun.com).

Luego de varios años de bonanza económica (las utilidades netas de DRP aumentaron en un total de 508 millones de dólares – La República 28/03/2009), la empresa minera metalúrgica se declaró inexplicablemente en una crisis económica y financiera. Es así que, en junio de 2009, paralizó las operaciones del Complejo Metalúrgico de La Oroya, incumpliendo con las obligaciones contraídas con sus trabajadores y acreedores. Ante esta situación, el Estado ha tratado de ayudar a la empresa en reiteradas oportunidades para que encuentre una salida a su crisis. Sin embargo, la empresa se ha aprovechado de ello para evadir sus responsabilidades. Actualmente, viene condicionando el re-inicio de sus operaciones al otorgamiento de cuatro nuevas facilidades.

 

Completa la encuesta en: http://www.surveymonkey.com/s/23VBT7J

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